¿Por qué se daña la caja de cambios?

¿Por qué se daña la caja de cambios?

Normalmente, las caídas y los accidentes son las principales causas de daños a la caja de cambios. Los componentes internos pueden estar mal ajustados o simplemente desgastados después de mucho uso. La mala lubricación también puede ser un factor, especialmente si el vehículo no se ha usado durante mucho tiempo. Otros factores que pueden causar problemas incluyen golpes en los baches, fallas eléctricas y problemas mecánicos.

¿Por qué se estropea la caja de cambios?

La caja de cambios se estropea porque el aceite que lubrica los componentes internos se va deteriorando con el uso. Si no se realiza un cambio de aceite regular, las piezas internas acaban rozándose entre sí y produciendo averías. También puede ser debido a un mal funcionamiento del filtro de aceite, que impide que este fluya correctamente y llegue a todas las piezas.

¿Cómo saber si está dañada la caja de cambios?

¿Cómo saber si está dañada la caja de cambios?

La forma más común de saber si la caja de cambios está dañada es por el ruido que hace. Una caja de cambios en buenas condiciones generalmente no produce ningún tipo de ruido anormal. Si escuchas un ruido metálico o un chasquido cuando usas la palanca de cambios, puede ser un indicio de que algo anda mal.

¿Cómo evitar que se dañe la caja de cambios?

¡Evita que la caja de cambios se dañe con estos trucos!

La mayoría de los automóviles modernos tienen una caja de cambios automática, pero aún así hay muchas personas que conducen vehículos con transmisión manual. Ambas requieren un mantenimiento regular para funcionar correctamente, pero las cajas de cambios manuales son más propensas a sufrir daños si no se les presta la debida atención.

Uno de los principales problemas que pueden causar daños en la caja de cambios es el mal uso del clutch. El pedal del embrague tiene una función muy importante: cuando lo presionas, desconecta el motor del resto del vehículo. Esto permite que la rueda pueda girar libremente sin que el motor gire también. Sin embargo, si usas el pedal del embrague de manera incorrecta o excesiva, puedes acabar dañando la placa o el disco del clutch, lo que es muy costoso de reparar.

Otro problema común es no usar correctamente las marchas. Si siempre estás conduciendo en las marchas más bajas, por ejemplo, la primera y segunda marcha, forzarás demasiado el motor y acabarás sobrecalentándolo y quemando aceite. Tampoco debes saltarte marchas; conducir en quinta marcha en un terreno accidentado puede ser peligroso y causar graves daños en tu vehículo. Lo mismo ocurre al contrario: conducir en primera marcha en carretera abierta hace que tu motor trabaje muchísima más duro de lo necesario y terminarás gastando más combustible del habitual. Además, notarás un fuerte desperdicio de energía al acelerar ya que tendrás menor potencia disponible. Para evitar todos estos problemas, simplemente ten cuidado al elegir la velocidad adecuada para cada circunstancia y mantén un buen nivel de aceite en todo momento para lubricar correctamente todas las piezas internas

Aunque muchas personas piensan que el principal motivo por el cual se daña la caja de cambios es el exceso de uso, hay otros factores que pueden causar un desperfecto en este importante componente del vehículo. Algunos de estos problemas son:
El óleo: cuando no se realiza el cambio oportuno o se utiliza una marca inadecuada, éste pierde sus propiedades lubricantes y protectoras, lo que causa fricción en los engranajes y acelera su desgaste. Otro factor relacionado con el óleo es la presión: si ésta es muy alta o muy baja también se produce fricción.
La sobrecarga: utilizar la marcha larga en lugares donde no conviene (por ejemplo, en pendientes) hace trabajar más al motor y a todos los elementos mecánicos, lo que aumenta las posibilidades de avería. Tampoco conviene arrancar bruscamente ni acelerar de manera repentina; estos movimientos forzados son muy peligrosos para la caja de cambios.
Los choques:, ya sea por accidente o por mal uso del vehículó (aunque éste sea inadvertido), también pueden provocar fallas en los mecanismos internos.