¿Cómo saber si hay una falla o daño en la suspensión?

¿Cómo saber si hay un fallo o daño en la suspensión?

Una mala suspensión puede ser peligrosa, causar accidentes e incluso llevarte a la muerte. Por esta razón, es importante que sepas cómo detectar un problema en tu suspensión para poder arreglarlo de inmediato. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo saber si hay un fallo o daño en la suspensión!

Los síntomas de un problema de suspensión se notan principalmente al conducir. Si sientes que el coche no va bien o que se balancea demasiado, es probable que haya algo mal con la suspensión. Otros síntomas incluyen chirridos y ruidos extraños al conducir, así como vibraciones en el volante o el pedal del acelerador. También puedes notar que el coche se estrella contra los baches en la carretera cuando vas por encima de ellos.

Si has notado cualquiera de estos síntomas, lo primero que debes hacer es revisar los neumáticos y verificar si están bien inflados. Luego, chequea las amortiguaciones para ver si están funcionando correctamente. Si ambos elementos están en buenas condiciones, entonces probablemente haya un problema más grave con la suspensión y necesitarás llevar el coche a un mecánico para que lo revise. No conduzcas con cuidado hasta llegar a un taller; podría empeorar el problema y causarte serios daños.

¿Qué pasa cuando está dañada la suspensión?

La suspensión de un vehículo es vital para el buen funcionamiento del mismo, ya que se encarga de amortiguar las irregularidades del terreno y hacer que el conductor tenga un buen control sobre el vehículo. Cuando está dañada, puede provocar diversos problemas como un mayor consumo de combustible, una mala estabilidad o incluso accidentes.

¿Cómo revisar el sistema de suspensión?

¿Cómo revisar el sistema de suspensión?

Uno de los primeros pasos para garantizar el buen funcionamiento del vehículo es revisar periódicamente su sistema de suspensión. Los amortiguadores y muelles cumplen una función importante en la conducción, ya que evitan que las irregularidades del terreno afecten directamente al chasis y a los ocupantes del automóvil.

Para comprobar si los amortiguadores están en buen estado, basta con empujar ligeramente el coche por detrás o por delante. Si el vehículo se mantiene estable, sin oscilar demasiado, significa que los amortiguadores cumplen correctamente su función. Sin embargo, si observas que el automóvil oscila excesivamente o tiende a balancearse cuando lo empujas ligeramente, puede ser indicativo de que necesitan ser reemplazados.

¿Qué tipo de fallas o averías se pueden presentar en el sistema de suspensión?

Las fallas o averías que se pueden presentar en el sistema de suspensión son:
1. Falla en la articulación del brazo oscilante: Esta falla se produce cuando las bolas o rótulas que permiten el movimiento de los brazos oscilantes se desgastan. También puede ser causada por un choque contra un objeto duro. Se puede notar esta falla cuando el vehículo tiene movimientos bruscos y sacudidas al pasar por baches o topes.
2. Deformación del muelle: El muelle sufre deformaciones con el tiempo, lo cual hace que pierda la capacidad de amortiguar correctamente las irregularidades del terreno. Otro factor que afecta es la corrosion, sobre todo si no se le han hecho mantenimientos periódicos al vehículo.
3. Fuga en los amortiguadores: Los amortiguadores son un componente importante de la suspensión, ya que permiten disminuir las vibraciones y los golpes producidos por las irregularidades del terreno. Una fuga en ellos significa que el líquido interno (generalmente aceite) va saliendo lentamente, lo cual reducirá su eficacia hasta llegar a ser nula.

En primer lugar, si nota que su vehículo está teniendo problemas para manejar bien o parece que está » balanceándose «, es posible que haya un problema con la suspensión. La suspensión se encarga de mantener el coche en contacto con el suelo y amortiguar las irregularidades del camino para un viaje más cómodo. Compruebe si hay fugas de aire en los amortiguadores o muelles, daños en las articulaciones o rótulas, piezas flojas o faltantes, ruido anormal (chirridos / crujidos), vibraciones inusuales o simplemente si la suspensión parece «suelta». Un buen test para comprobar si los amortiguadores están funcionando correctamente es empujar repetidamente el coche hacia abajo en un extremo e intentar rebotarlo; Si el vehículo no tiene ningún problema para volver a su posición original y se detiene sin rebotar, significa que los amortiguadores todavía son fuertes. Otro indicador de daño potencial en la suspensión es cuando ve que hay un desgaste anormal en los neumáticos; Los baches y las irregularidades del camino tendrán menos efecto sobre ellos si la suspensión está funcionando correctamente.